A veces, una taza de café es una forma de decir: sigue adelante, estoy contigo.
Tu aporte ocasional —tan ligero como invitar a un café— nos permite continuar creando recursos, escribiendo reflexiones, guiando oraciones y abriendo nuevos encuentros para quienes necesitan esperanza.
A veces, una taza de café es una forma de decir: sigue adelante, estoy contigo.
Tu aporte ocasional —tan ligero como invitar a un café— nos permite continuar creando recursos, escribiendo reflexiones, guiando oraciones y abriendo nuevos encuentros para quienes necesitan esperanza.